martes, 4 de mayo de 2010

Pro patria mori


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Creo que el ejercicio de las armas es verdaderamente honroso, más allá del hecho de ejercerlo por unas u otras causas. La misión del soldado es algo noble, y sé que al decir esto me enemisto con mucha gente. No tengo interés en enemistarme ni en congraciarme con nadie, pero hay que pensar que la poesía empieza con la épica. En todas las culturas del mundo se empieza siempre con las armas.

Borges identifica el ejercicio de las armas con la virtud, dulce et decorum, etc. Sin embargo, ya en la propia Ilíada, Aquiles es menos virtuoso que Héctor, siendo el primero más bravo.

De entre la abundante literatura acerca de la guerra justa, recomiendo este panfleto de Chesterton escrito al comienzo de la Primera Guerra Mundial. Chesterton perdió a su hermando luchando contra las Potencias Centrales. "Esta guerra es la más sincera de la historia. Prusia, Inglaterra y Francia prometieron no invadir Bélgica."

La apelación a la poesía épica ofrece un argumento que puede parecer curioso: se justifica la ética a través de la estética. Borges solía citar a Swedenborg, quien afirmaba que la salvación del alma no dependía sólo de la ética, sino también de la inteligencia y de la estética. Es decir, para ir al cielo habría que ser bueno, culto y tener buen gusto.

Sobre la diferencia entre ética y moral.

Borges escribió contra Hitler, pero defendía las dictaduras militares anticomunistas como un mal menor.

6 comentarios:

  1. No sólo como un mal menor. Para Borges las dictaduras de Argentina y Chile fueron el triunfo "del orden sobre la barbarie" (con barbarie él entendía el gobierno de las clases populares y la reivindicación del pasado indígena).

    Hay que recordar que Borges aceptó una medalla de manos del propio Pinochet. Es posible que todo esto le costara el Nobel.
    En cualquier caso, he leído muchos libros de entrevistas y siempre me ha dado la impresión de que Borges no estaba especialmente orgulloso de sus ideas políticas.

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  2. Lo de Pinochet fue un poco "Por mis cojones". Creo que hubo una época que apoyó al partido radical, lo que le costó las burlas de los Bioy (padre e hijo). Fue antiperonista y anticomunista. No creo que haya sido fascista. No fue católico. Podemos calificarlo de anarquista de derechas, o liberal conservador, según le diera.

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  4. Demasiadas de las ideas que se le atribuyen son tergiversaciones, comentarios sacados de contexto y malsanos efectos de ignorar el detalle de que Borges era un incompetente declarado en política al que lo que le importa es la literatura y, como mucho, una difusa ética individual. En estos términos, lo más normal cuando se intenta meterlo en casilleros ideológicos al uso es que se haga el tonto. Borges no intenta hacer pensamiento político sino encontrar principios elementales en su propia confusión, y encima desde la estética, con todas las ambiguedades, caminos abiertos a la incoherencia y debilidades que eso conlleva. Querer transformarlo en un posicionamiento ideológico serio es mezquino y absurdo, segun quién y con qué fines lo haga, pero en ambos casos, poco productivo.

    Como muestra un botón:

    "... para mí el Estado es el enemigo común ahora; yo querría -eso lo he dicho muchas veces- un mínimo de Estado y un máximo de individuo. Pero, quizá sea preciso esperar... no sé si algunos decenios o algunos siglos -lo cual históricamente no es nada-, aunque yo, ciertamente no llegaré a ese mundo sin Estados. Para eso se necesitaría una humanidad ética, y además, una humanidad intelectualmente más fuerte de lo que es ahora, de lo que somos nosotros; ya que, sin duda, somos muy inmorales y muy poco inteligentes comparados con esos hombres del porvenir, por eso estoy de acuerdo con la frase: "Yo creo dogmáticamente en el progreso".

    La cita de la revista La Ilustración Liberal de Libertad Digital, con un interés evidente. Póngala en manos de un anarquista, un nazi, un neoliberal tecnócrata o el Papa y cada uno conseguirá que Borges haya dicho lo que a ellos les interese.

    El artículo incluye una buena selección de citas. Otra respecto a las dictaduras:

    "Soy anarquista. Siempre ha creído fervorosamente en el anarquismo. Y en esto sigo las ideas de mi padre. Es decir, estoy en contra de los gobiernos, más aún cuando son dictaduras, y de los estados".

    http://www.libertaddigital.com/ilustracion_liberal/articulo.php/294,

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  5. Veroa: De acuerdo en casi todo. Sólo añadir que Borges estaba muy interesado en la política. Bioy mismo cuenta que las elecciones para la SADE, la asoción de escritores, suponían para Borges todo un acontencimiento, y que siempre estaba disputando por las listas.

    En Borges veo mucha influencia de su padre, que le educó en la admiración a Stuart Mill y Bentham

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  6. Hola,

    Estoy de acuerdo con Varoa. Creo que a Borges lo que le interesaba era la literatura. Vivía para eso y eso le hacía algo incapacitado en lo que a la vida real y práctica se refiere.

    Me da la impresión de que, en sus ideas políticas, influyeron mucho sus padres; es decir, que tenía unas ideas políticas heredadas, de tipo sentimental, como le ocurre a tanta gente. De hecho cuando murió su madre y se casó con María Kodama dejó de pronunciarse tanto sobre estos temas.

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