lunes, 17 de mayo de 2010

Soy escritor


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El azar, (tal es el nombre que nuestra inevitable ignorancia da al tejido infinito e incalculable de causas y efectos) ha sido muy generoso conmigo. El azar dice que soy un gran escritor. Agradezco esa curiosa opinión, pero no la comparto. El día de mañana algunos lúcidos la refutarán fácilmente y me tildarán de impostor o de chapucero, o de ambas cosas a la vez.

De la doctrina del enterno retorno de Nietszche y de la teoría de la voluntad de Schopenhauer, Borges toma la idea de que un hombre es todos los hombres y que todo nos pasa a todos. Esa sería la base de su supuesta humildad. Sin embargo, por otro lado, Borges siempre declaró que su destino era ser escritor, y tenía un gran concepto de sí mismo como escritor. En cierta ocasión, ya mayor, pidió que le leyeran un cuento suyo, creo que Ulrica, y a su término declaró: "Soy escritor".

"El día de mañana algunos lúcidos..." Esos lúcidos bien podían ser Bioy y Borges, cuyas conversaciones tantas veces giraban en torno a los supuestos méritos literarios de sus colegas.

Borges utiliza una táctica defensiva. Así como Kafka o Virgilio, que pidieron a los amigos quemar sus manuscritos, o Browning, que en el prólogo de un libro de poemas afirmaba que su libro no valía nada, Borges se borra de la lista de grandes escritores para que nadie pueda acusarle de vanidad y librarse en cierta manera de la responsabilidad de haber escrito su obra. Esto lo sé por el propio Borges.

Aquí os dejo una entrevista
donde le dicen que es el mejor escritor del mundo y responde: "Cómo serán los demás".

11 comentarios:

  1. La falsa modestia es uno de los muchos tics borgianos. Pero viendo la soberbia que ostentan tantos escritores actuales, se echa de menos esa humildad de Borges. Más que humildad resulta un rasgo de buena educación.

    No me imagino a Borges diciendo: "Lovecraft era un gilipollas", por ejemplo (comentario que hizo Pérez-Reverte del propio Borges)...

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  2. Hombre, spleen, la cuestión es que Pérez-Reverte es un escritor soberbio, no un soberbio escritor. (BIRI)

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  3. Spleen: Estoy de acuerdo, es una cuestión de buen gusto. Incluso de dandismo, me atrevería a decir

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  4. Sí, es una pena que la buena educación esté tan devaluada. El comentario de Pérez-Reverte lo vi como titular de una entrevista suya y me pareció muy desagradable. No leí más, así que no averigué por qué a Pérez-Reverte Borges le parecía un "gilipollas". ¿Porque tartamudeaba, porque vivía con su madre, porque era de derechas? A saber...
    También leí otro comentario (este de García Márquez) que me extrañó mucho: decía que él leía a Borges no porque le interesara en absoluto lo que contaba, sino simplemente para aprender a escribir, es decir, por el estilo. Me pareció una especie de cumplido envenenado y de una soberbia increíble.

    A la hora de criticar con estilo a otros escritores, me quedo con el propio Borges:

    "-¿Y qué le parece Bécquer?
    -Creí que hablábamos de poetas...".

    "La luna y los gitanos sólo inspiran a los malos poetas..." (sin aclarar a quién se refiere, pero es obvio).

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  5. Se la chuparía a Borges.

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  6. Spleen: Aparte de lo de ser de derechas, hay mucho pedante (yo mismo) que habla de Borges por quedar bien, y eso también le ha hecho daño, sus imitadores son insufribles.

    Pero anda, que los imitadores de Gabo y el realismo mágico de lo cojones...

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  8. Coño de blogger. Decía, que nada peor que hacerse blanco de falsas atribuciones de poemas como la abominación esa titulada Instantes, que no citaré por respeto y escrúpulos.

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  9. Para mí un pedante es alguien que monologa sobre un tema para mostrar su erudicción y sin escuchar a los demás. Abrir un blog para reflexionar, sin grandes pretensiones, sobre comentarios de Borges no me parece pedante. Yo espero no resultar pedante tampoco. A mí Borges me interesa mucho, pero sobre todo me divierte. En contra de lo que tú dices, no creo que sea un tema de conversación habitual, ni siquiera para quedar bien, y es una pena. Tampoco se me ocurren muchos imitadores suyos: lo reivindicó la posmodernidad en su momento, pero ahora no se me ocurre ningún seguidor claro. Últimamente le ha reivindicado Fernández-Mallo, pero no sé hasta qué punto se parecen. César Aira, Fresán tal vez... No se me ocurre nadie más.

    Sobre los epígonos del realismo mágico, mejor no hablar. No creo que haya habido tendencia literaria más caricaturizable (y rentable) que esa.

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